El regreso de Tim Blake Nelson como Samuel Sterns/el líder en Captain America: Brave New World es un desarrollo significativo para el MCU. Si bien inicialmente se introdujo en The Incredible Hulk de 2008, su transformación en el líder se dejó sin resolver. Esta secuela, sin embargo, lo posiciona no como antagonista de Hulk, sino como un adversario sorprendente para el Capitán América.
El líder, una mente brillante cuyo intelecto rivaliza con la fuerza de Hulk, presenta un desafío único para Sam Wilson. A diferencia de las amenazas físicas que Sam ha enfrentado, el intelecto estratégico del líder y el potencial de manipulación representan un tipo diferente de peligro. Sus motivaciones siguen sin estar claras, pero su asociación pasada con el general Ross, ahora el presidente Ross (interpretado por Harrison Ford), sugiere un camino potencial para la venganza contra el gobierno de los Estados Unidos y, por extensión, su figura simbólica: el Capitán América.
El director Julius Onah destaca este conflicto inesperado como una prueba crucial para el liderazgo de Sam. El MCU posterior al Blip, Post-Thanos requiere un nuevo tipo de héroe, y las decisiones de Sam tendrán consecuencias de gran alcance. La apariencia del líder no es solo una trama villana; Es un catalizador para explorar el papel en evolución de Sam como Capitán América y la dinámica cambiante del MCU.
La configuración de la película sugiere un arco más oscuro y complejo, que potencialmente se vincula con la próxima película Thunderbolts . Las acciones del líder podrían afectar significativamente la imagen del Capitán América y marcar el comienzo de una nueva era para el MCU. Su inteligencia y capacidades manipuladoras lo convierten en un oponente formidable, y su presencia plantea preguntas sobre la preparación de Sam para esta amenaza única.
La inclusión de una encuesta con respecto a una potencial confrontación de Hulk versus Hulk enfatiza aún más la trama compleja de la película y los giros inesperados.